miércoles, 26 de febrero de 2020

REVIEW DE LOS EPISODIOS 5 Y 6 DE THE MAGICIANS: LA CONVERGENCIA ARMÓNICA O LOS DEMONIOS DE ELIOT



Esta noche Syfy ha emitido el 5x06 de The Magicians, lo que significa que nos aproximamos ya a la mitad de la temporada. El punto de inflexión ha llegado para nuestros protagonistas, y es que les han pasado muchas cosas desde el día en que su amigo se sacrificó para salvarlos. Cada uno ha tratado de sobrellevar su pérdida de la mejor forma posible, al tiempo que el universo amenazaba con resquebrajarse a causa de la convergencia armónica. 


A lo largo de estos últimos episodios hemos visto cómo nuestros magos rehacían sus vidas y buscaban nuevas metas, nuevos objetivos por los que luchar, y cómo esa dinámica les permitía superar el dolor de su conciencia por las consecuencias de sus actos: Kady se  posicionó como líder de los magos disidentes, trató de abandonar las drogas gracias a Magos Anónimos y se aventuró con el decano Fog en el Reino Etérico; Penny fue nombrado profesor psíquico y fue salvado por Julia de las voces que le atormentaban y que no procedían sino de la diosa de la música; Margo, Eliot, Fenn y Josh repararon el desajuste temporal de Fillory y, aunque desterrados como proscritos, lograron infiltrarse en la guardia personal del Rey -no tan- Oscuro con la idea de reconquistar el palacio. 


Todos se han visto obligados a dejar atrás a quienes más les importaban, como Kady, quien había recurrido a Zhelda, la Bibliotecaria, con el fin de buscar un depósito de libros relacionados con la convergencia armónica, una misión que le llevó a  pactar una difícil tregua con el Emperador del Reino Etérico: su propio regreso al mundo normal a cambio de la permanencia eterna del decano en el universo de las diversiones y la risa. Mal que le pese, Zhelda es consciente de que Kady hizo lo correcto, y eso la ha animado a seguir ayudando a sus amigos en su pugna contra el apocalipsis astronómico.  



Cuando Alice y Eliot viajaron a la cumbre de la Montaña de los Fantasmas debieron cooperar y ser honestos el uno con el otro, redimirse, purgar sus conciencias del sentimiento de culpa que les ocasionó la muerte de Quentin y, Alice, al menos, lo consiguió y cerró así el tierno recuerdo de tiempos más felices con él; sin embargo  no le ha sucedido igual a Eliot. Si el Monstruo no lo hubiera poseído, no habría sido necesario ningún sacrificio y Quentin seguiría vivo. Él es el verdadero culpable. Él está en el origen del sinfín de los problemas y misterios que sus compañeros tienen que resolver, y los episodios 5 y 6 de esta temporada bien lo ponen de manifiesto. 



Eliot aún no no ha sido capaz de expiar las últimas reminiscencias psicológicas del Monstruo y comprobamos que escucha voces continuamente, así como también presenta visiones con el mensaje implícito de "déjame salir (let me out)", lo que ha provocado que se sienta distante con respecto a los demás. La fase de lunacidad, los cinco días previos al apocalipsis, en que nuestros héroes deben permanecer despiertos para obtener un cerebro lunar con el que desplazar finalmente la Luna a fin de evitar el cataclismo, han empeorado aún más si cabe su estado, hasta tal punto que ya no sabemos qué es fruto de sus demonios y qué producto de su insomnio voluntario. 



Durante la ejecución del plan de Julia, Alice, Josh, Margo, Kady y Penny para apoderarse de la roca lunar, Eliot contempló en el espejo a su alter ego demoníaco, el Monstruo, que pereció en la unión entre el mundo real y el Universo Espejo y, consciente de su situación, finalmente reaccionó a tiempo para forcejear con Marina por la reubicación del astro cuando sus compañeros no podían, lo que detuvo la convergencia armónica para desencadenar un efecto aún más mortífero: una lluvia de meteoritos lunares sobre la superficie terrestre. 



Las horas posteriores que preceden a la catástrofe, Eliot y Margo reflexionan sobre cómo detener el fenómeno, pero él tiene claro en lo más profundo de su corazón que parte de lo que ha ocurrido es consecuencia de sus errores: intentar frenar la destrucción de la Tierra sólo ha servido para acelerar aún más el proceso, una pesadilla que está destinado a revivir con su amiga infinitas veces al haber quedado atrapados accidentalmente en un bucle temporal. En el seno de este círculo vicioso,  Margo se halla cada vez más próxima a la solución, mientras que Eliot rehúye cada vez más el problema y se aleja de su propósito. 


Finalmente, Margo da con la clave y sale del bucle, pero Eliot, que es la pieza número uno del tablero en este momento y quien debe descubrir el método a fin de ponerlo en práctica, es más lento en percatarse de que sólo evitará el fin del mundo si consigue retroceder temporalmente más de 12 horas, y que para tal fin es imprescindible la liberación del Cracken que dormita en las profundidades. Sólo lo consigue, paradójicamente, al abrirle la puerta a esa recóndita parte de su alma reflejada en Charlston, el chico imaginario que vivía en su Lugar Feliz, en su subconsciente, cuando el Monstruo se había adueñado de su cuerpo. Eliot combate una vez más a sus demonios internos, dejando aflorar, por así decirlo, esa parte de sí mismo que está reprimiendo y que está causando estragos en su ánimo. 

Y, para cuando logra deshacerse del bucle, cuando parece que la Tierra ya no corre peligro y él y Margo se reconcilian a la tenue luz de la luna, Julia regresa con la terrible noticia de que el apocalipsis se ha "trasladado" a Fillory... ¿todo su empeño ha sido en vano? ¿han salvado el planeta equivocado? En particular, esta es una de las varias esencias que creo conforman el espíritu de esta serie, las que constituyen uno de sus ganchos, y que son una de las razones por las cuales no terminaría de recomendarla nunca: cada episodio tiene un mayor interés que el anterior, y es que, para qué vamos a negarlo, la quinta temporada de The Magicians está resultando ser magistral, creativa y original. Cada capítulo pone a prueba a nuestros protagonistas de las formas más insospechadas; cada episodio es una misión de búsqueda y rescate dentro de un contexto más complejo. 

Los guionistas no se cansan y siempre se sacan cualquier as de la manga, porque en el universo de The Magicians todo es posible.  ¡Quién nos iba a decir que el Cracken, ese monstruo marino de la mitología griega, estaba siendo custodiado por las ballenas y que Eliot les efectuaría una consulta por videollamada! Pero no sólo está llena de "quests", desafíos y decisiones a vida o muerte, también posee un amplio espectro sentimental en lo que respecta a los personajes, algo que en esta temporada se deja sentir, pero sólo en su justa medida, en comparación con la cuarta entrega, donde, en opinión de quien escribe, el componente emocional se superpuso en demasía a la acción y a los misterios que encierra la magia. Esto en particular lo vemos bien reflejado en Eliot, que siempre había sido el amigo y amante del verdadero héroe -que en paz descanse-. Ahora que Quentin ya no está, otros deben tomar el relevo, y a él le ha tocado salvar la noche atrapado en un bucle temporal, una maldición para él y al mismo tiempo una oportunidad para meditar, para escucharse a sí mismo y enfrentarse a sus temores y a su pasado, algo que sus compañeros ya estaban haciendo pero que él tenía pendiente en su agenda.   

La incógnita, que tan buen sabor de boca nos ha dejado anoche, es si esa conversación amistosa entre él y Margo bajo la luz de las estrellas no desembocará en algo más... ¿se volverá Eliot  bisexual y tendremos una suerte de ship entre ambos, un "Margliot"? En cualquier caso, es evidente que lo mejor de esta Season 5 aún está por llegar.


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Post by Philosophic Dragon


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