viernes, 27 de noviembre de 2020

LA PLAGA SE EXTIENDE CON RAPIDEZ EN THE OUTPOST: REVIEW DE 3X04

La situación en la Fortaleza comienza a empeorar tras la anhelada y por todos aplaudida paz de la sacerdotisa Sangre Negra. En el episodio precedente comprobamos el insólito poder del nuevo Kinj y ahora sus efectos en las personas a las que se las ha traspasado. La plaga se propaga sin cesar y cada nuevo infectado queda bajo las órdenes de Yavalla, que le sirve de ojos y oídos, además de como marioneta, para influir y espiar a los amigos de Talon, con el inconveniente de que también los que lo reciben pueden traspasárselo a otros. 

La nueva Gwynn carece de desenfreno y eso provoca sospechas en Talon y Janzo, que no tardan mucho en deducir el problema una vez que Yavalla intenta someter inútilmente a Talon a su voluntad, pues está protegida por su propio Kinj de nacimiento. Janzo concluye que las intenciones de la hechicera pasan por consolidar una especie de colmena en la que todos sus súbditos obedezcan sus órdenes, igual que haría una abeja reina con sus obreras. Brend afortunadamente logra resistirse al abrazo de una madre raramente cariñosa, pero Sammy, ajeno a las averiguaciones de Talon y Janzo,  no tiene tanta suerte con Gwynn. Aparentemente, el influjo de Yavalla no surte efecto alguno en aquellos que ya poseen un Kinj, como Talon y Zed. 

Garret, cuya recuperación prosigue a ritmo de besos y puñetazos en la cloaca del colipso, se lo confirma directamente a Talon y Janzo cuando observa a Sammy intentando traspasarle el malévolo Kinj a una de los Puño Negro, oculto en una trampilla. El hecho de que los Puño Negro vayan tras él no es ninguna casualidad: Yavalla trata de neutralizar cualquier insubordinación armada. Ya no pueden contar con Gwynn, de modo que acuden a Zed, con la seguridad de que sus mejores aliados ahora son los Sangre Negra que poseen su propio Kinj. Sólo Brend consigue convencerle.

 Entretanto, Tobin se ha dado de bruces con la dura realidad familiar al regresar a su ciudad natal. Su situación económica es desfavorable y su madre Gertrusha le aconseja contraer matrimonio con Fallista, su antigua amante de juventud, porque eso le proporcionaría un contingente de más de dos mil hombres para marchar en auxilio a la Fortaleza. Sin embargo, Tobin ama ahora a  Gwynn y estaría dispuesto a todo por ella. Ahora es él quien se ve en las mismas dificultades que Rosemund cuando decidió pedirle matrimonio por la vía diplomática. Gracias a Munt, que le hace entrar en razón, Tobin decide casarse con Fallista, porque sería la única forma de ayudar a Gwynn, y en poco tiempo aparece con su ejército ante las atónitas miradas de Talon, Garret, Janzo y Zed. 

En el próximo episodio de The Outpost veremos si llega a entablarse una lucha sin cuartel y qué sucede con Yavalla y sus "unidos", porque, dadas las circunstancias, es ingenuo creer que el único poder de su Kinj consista en replicarse y controlar a nuevos huéspedes.  Puede que por sí solo no pueda contra otros Kinj, pero ¿qué sucedería si dos infectados intentaran dominar a la vez a alguien como Talon o Zed, que ya poseen uno? ¿podría un sólo Kinj normal contra dos de los de Yavalla al mismo tiempo?


***

Posted by




jueves, 19 de noviembre de 2020

REVIEW DEL EPISODIO 3X03 DE THE OUTPOST: TODA MAGIA TIENE UN PRECIO


Al final del último episodio de The Outpost, Janzo y Talon descubrieron la puerta de entrada a la cripta secreta de la Casa del Herrero, un acontecimiento que va a marcar el desarrollo del tercer capítulo emitido por Syfy el martes. El pasadizo parece ocultar lo que los Sangre Negras llevan tanto tiempo buscando: el Kinj de la Paz. De hecho, toda su actividad, incluidas la minería, los trabajos forzados y la obtención de la caja de sustancias, estaba encaminada a buscar la armonía entre ambas razas por todos los medios posibles. Sin embargo, tal y como deja entrever el episodio, a veces la paz no llega sin una guerra, y parece que será guerra lo que tengamos, a fin de cuentas, en primer lugar, porque es el único lenguaje al que se puede aferrar ahora Gwynn para tratar de revertir su situación de vulnerabilidad frente a Zed, y en segundo, porque el misterioso Kinj no proporciona la paz a cambio de nada. 

La magia siempre ha tenido un precio; también en The Outpost. Y es que el dichoso parásito no podía estar a mejor recaudo: una tumba repleta de enigmáticos textos, acertijos y un sinfín de trampas mortales, eso sí, poco originales, porque ya hemos visto muchas veces las flechas que emergen de las paredes y las cuchillas que se entrecruzan y que sólo se pueden atravesar con movimientos rítmicos y concisos. La cripta pone a prueba a Talon, Janzo, Yavalla y su hija, obligándolos a cooperar, evidenciando que el arquitecto que la diseñó lo hizo expresamente con la intención de que quienes se aventurasen en su búsqueda reuniesen una serie de valores morales y de habilidades físicas extraordinarias. Lo más interesante es la revelación del Kinj de la Paz y la de la ciudad oculta, que antaño fue hogar de los Sangre Negra, ya que no sabemos qué más se traen entre manos los mercenarios y qué harán al respecto en cuanto sepan qué hay ahí abajo. 

Pero su incursión subterránea no ha pasado desapercibida para Zed, que acusa a Gwynn de conspiración contra su persona. Una vez más, su aislamiento y las estrategias de sus amigos amenazan con colmar la paciencia de sus adversarios, que si no obtienen beneficio alguno no dudarán en asesinarla. Así, queriendo evitar que la sangre llegue de verdad al río, la reina decide fingir un envenenamiento y Zed pica el anzuelo, lo que al menos le sirve para que Vika, el Lu Qiri que persigue sin descanso a Munt y a Tobyn de camino a Agyssfort, y que a punto está de darles caza, no les alcance, además de para demostrarle a Zed que ella también sabe "jugar". 

Con el regreso de Yavalla, Talon y Janzo, los Sangre Negra anuncian públicamente su retirada de la Fortaleza, algo cuanto menos sospechoso, sobre todo por el efecto que el Kinj de la Paz produce en la hechicera, y de igual manera en Gwynn cuando ella, en privado, ¡se lo traspasa! Algo insólito, ya que los únicos "humanos" que lograron dominarlos fueron Los Tres. Así, el poderoso Kinj de la Paz se revela como un parásito manipulador, que somete a su voluntad a todos a los que infecta, y que, por si eso no bastara, es capaz de reproducirse y multiplicarse. Quizás por eso los antiguos Gindrian lo ocultaron con tanto celo, a causa del peligro que podría representar. Ahora Talon y sus amigos se enfrentan no sólo a la autoridad de Yavalla, sino, lo que es peor, a la de Gwynn, que ha dejado de ser ella misma, y a su caída le seguirán otros... en definitiva, se enfrentan al Kinj más poderoso. 


***

Philosophic Dragon




 


miércoles, 11 de noviembre de 2020

SYFY ESTRENA LA T3 DE THE OUTPOST CON UN DOBLE EPISODIO QUE PROMETE CONFLICTO DENTRO DEL CASTILLO

Syfy ha estrenado este pasado martes la tercera temporada de The Outpost con doble ración de acción, humor y drama de la mano de Talon (Jessica Green), Garret (Jake Stormoen), Gwynn (Imogen Waterhouse) y Janzo (Anand Desai-Barochia). Hay que decir que los dos primeros episodios de esta T3 prometen bastante al partir de una situación delicada para los habitantes de la fortaleza: al término de la segunda temporada, el último reducto libre de la civilización humana cayó presa de Los Tres, el tribunal de magos que manejaba a los kinge -ésos parásitos mágicos que les otorgan un determinado poder a los Sangre Negra- y dirigía el ejército de la Primera Orden. Talon y los suyos tuvieron que echar mano de alianzas inesperadas para poder salvar el día, aunque ni de lejos contaban con que Zed y el grupo de los Puño Negro, una facción más belicosa dentro de la comunidad de Sangre Negras que habían regresado del Plano de las Cenizas acompañados de sus Loukiri, los traicionarían después para apoderarse motu propio del puesto fronterizo. Así las cosas, la tercera tanda de episodios comienza abordando las consecuencias que está teniendo el mandato de Zed. Garret, Sammy y Tobyn han sido condenados a trabajos forzados, mientras Gwynn, alias Rosemund, permanece bajo arresto en palacio, y Talon busca el modo de ganarse la confianza de su propia gente para evitar que sus amigos sufran más daño. Entretanto, Janzo continúa ocupándose de la taberna junto con Mon y una Sangre Negra que es hija de la profetisa Yabala, a quien no tardamos mucho en conocer. 

Talon se encuentra, ahora más que nunca, en una posición comprometida. Siempre había anhelado vengarse de los asesinos de su familia y ni había vacilado en un principio  en dudar de la raza humana, pero su propio pueblo no son la clase de personas que ella esperaba, pues sus vínculos con sus amigos de la Fortaleza son aún mayores y no está segura de deberle lealtad alguna a Zed, quien sigue, por cierto, encaprichado de ella, y al que sigue mirando como a un traidor y un mercenario. Sin embargo, sus intentos por mantener el statu quo entre las dos razas fracasan debido a la distancia que se ve obligada a mantener con Garret, Gwynn y los demás, que tampoco pueden contar con su apoyo. Ese distanciamiento les beneficia, pero ellos, al estar tramando secretamente un plan para huir, ponen en peligro la confianza que los mercenarios han depositado en ella. Los planes de Garret se acaban truncando y a Talon no le queda más remedio que apelar al juicio de Yabala. La anciana hechicera se antoja en un principio como un personaje fiable y abierto al diálogo, que ofrece mayores libertades a los presos, con la excepción de no salir de esos muros, lo que ya deja muy claro cuáles son sus intenciones. 

Si ya la Primera Orden y Los Tres suponían una amenaza, no menos preocupantes son las tensiones producidas entre los propios Sangre Negras y la facción de los Puño Negro de Zed, que no aportan estabilidad política alguna al regimiento, sino todo lo contrario, lo que convierta la Fortaleza en un escenario perfecto para las intrigas, las dobles lealtades, los asesinatos y las traiciones. La existencia de bandos tan heterogéneos tensará aún más las relaciones entre nuestros protagonistas, ya deterioradas por los acontecimientos que tuvieron lugar la temporada pasada. Los captores se ceban con algunos de los comandantes y Garret terminará asesinando también a algunos altos cargos, siendo sentenciado a muerte por ello,  lo que fuerza a Talon y a Janzo a actuar para fingir la muerte del capitán Spears y buscar soluciones tanto extramuros como intramuros, pues la presencia de los Sangre Negra se ha revelado como no fortuita, y es que andan tras la pista de un kinge que podría yacer oculto en una cripta que acaban de descubrir bajo los cimientos de la Casa del Herrero, actualmente ocupada por Talon. 

Hay que decir que los dos primeros episodios aglutinan los mejores ingredientes para proporcionarnos una temporada llena de decisiones complicadas, giros imprevistos y alianzas con antiguos enemigos, sustancias que, a decir verdad, se echaron de menos en la segunda temporada. Si en la primera la protagonista era sobre todo Talon, y en la segunda el protagonismo se trasladó a Garret, ahora The Outpost le devuelve su "espada" a la legítima heroína, porque sólo ella puede con su influencia evitar una rebelión entre los habitantes de la Fortaleza e, incluso, una posible guerra entre ambas razas. Sin embargo, no lo tendrá fácil, habida cuenta de que las buenas intenciones de sus amigos pueden dar al traste con sus planes, y es que Garret no pierde oportunidad de demostrarle a ella y a sus compañeros con quién está su lealtad, especialmente tras su infortunio con la Primera Orden, cuyos líderes pretendieron lavarle el cerebro para asesinar a Gwynn. Esos días, o incluso semanas que Garret pasó entre rejas y a merced de los delirios de sus enemigos, significaron el fin de su estrecha relación romántica con la reina, lo que dio pie a que Tobyn le sustituyera, allanando el camino para ese acercamiento que hemos visto entre él y Talon: Garret, el caballero más noble, torturado y martirizado de todo el castillo, se ha vuelto a enamorar. Ahí es donde comienza su redención. En pasados episodios, vimos un Garret perdido y confuso, que ahora sabe lo que quiere y lo que está dispuesto a sacrificar para proteger a quienes ama. Y él no es tampoco el único que ha madurado: también Gwynn ha dejado de ser hace tiempo esa princesa despreocupada, caprichosa y adicta a los juegos de cartas que conocimos al inicio de la serie. Ha aprendido a valerse por sí misma y a ser lo que sus súbditos esperaban de ella, aunque lo haya tenido que descubrir a base de ensayo y error, y de renunciar a sus impulsos juveniles en favor del bien común.


***

Post by

'NOTHING LASTS FOREVER': THE OUTPOST, SEASON FINALE REVIEW

No. Nothing is forever, and The Outpost is no exception either. On Thursday the last episode of Talon's story was finally broadcast, be...